Mi niña ha empezado a decir ¡NO!
Lo dice con vocecita de dibujo animado y con el dedo índice de la mano derecha apuntando como una daga en dirección de un antagonista imaginario.
Cuando le he comentado a una amiga de lo muy graciosa que la encontraba, ella me ha mirado con toda la sabiduría de una madre que me lleva 9 meses de ventaja en la experiencia maternal, y me ha contestado. "Ya me dirás si sigues encontrándola graciosa de aquí a dos meses...".
He tragado saliva y he pensado que por cuanta experiencia tengas como educadora infantil, todo es nuevo cuando te transformas en madre. Es una relación completamente distinta.